La ciudad fue fundada a finales del siglo XIII, muy probablemente desde la nada, en un terreno bladío, dada su estructura muy regular. La plaza, con lados casi iguales, aglutina edificios en estilos muy diferentes. Fue considerada la plaza más hermosa al norte de los Alpes y está rodeada por todos los lados de arcos cuya construcción comienza en 1503 después de un gran incendio que destruyó las casas anteriores, todas de madera. El objetivo de los arcos era dar cobijo a los puestos de los comerciantes e de intermediar la entrada al mazhaus, como se llamaban las grandes habitaciones de la planta baja. Otros incendios afectan a la plaza en 1768 y 1773, por lo que las fachadas se reconstruyen en estilo “historicista” y nostálgico del neoclásico en el siglo XIX. En el centro de la plaza hay una monumental columna de la peste construida para conmemorar la epidemia de 1680. También hay una estatua de San Nicolás, protector de los niños y del comercio, y una fuente llamada “del tiempo” por los movimientos del agua que son sincronizado con el reloj en el edificio del ayuntamiento. En Nový Jičín se encuentra la fábrica de sombreros más antigua de Europa y un pequeño museo dedicado a su fabricación en la misma plaza. Un autentico lugar para visitar.

